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martes, 14 de septiembre de 2021

Aventuras y desventuras de Justo López - Capítulo 10

 

Por su parte Honorio llegó a la estancia donde había trabajado con su familia y de noche se acercó a la casita de las criadas. Llamó a su esposa y a su hija por la ventana y se encontraron detrás de la casa. Luego de abrazarse los tres, su esposa Juana le advirtió que la policía lo estaba buscando. Preguntó por su hijo y le dijeron que como ya tenía diecisiete años lo habían puesto a trabajar en el campo. Que lo iba a encontrar en la casa de los peones. Se acercó sigilosamente a la casa de los peones y por la ventana llamó a su hijo. Casildo salió y se encontró con su padre. Luego de un largo abrazo y de ponerse al tanto de lo ocurrido durante tanto tiempo, Honorio le dijo que debía marcharse porque lo buscaba la policía. Casildo le dijo que lo quería acompañar pero Honorio le dijo que con un perseguido alcanzaba en la familia. Casildo le dijo que prefería la vida de matrero a la de seguir siendo explotado en esa estancia. Honorio se lo prohibió y se largó hacia el campo con una profunda tristeza.

Continuará...

domingo, 12 de septiembre de 2021

Aventuras y desventuras de Justo López - Capítulo 9

 

Justo y Honorio se separaron en el camino y cada uno rumbeo para sus pagos. Cerca de su querido rancho Justo se encuentra con Moreira, su antiguo vecino, quien le advierte que la policía estuvo preguntando por su paradero y que su esposa e hijas acosadas por la milicia decidieron marcharse y dejar el rancho. Justo se acercó cauteloso todo lo que pudo a su antiguo rancho y observó con mucha tristeza que efectivamente estaba abandonado. Lleno de rabia y desolación decidió ir en dirección hacia dónde los vecinos habían visto que se iba su familia por última vez.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Aventuras y desventuras de Justo López - Capítulo 8

 

Justo y Honorio se dirigieron hacia el norte nuevamente. Vivieron varios días a la intemperie. De vez en cuando trabajaban de peones en alguna estancia pero no se quedaban muchos días por temor a que en cualquier momento los encontrara la milicia por desertores. Un día llegaron a un baile y presenciaron como un tal Fierro provocaba a una negra. Honorio enfurecido le preguntó a Justo ¿Qué le pasa a este Fierro con los negros? Justo lo refrenó, tranquilo Honorio que no hay comedido que salga bien. Al momento el compañero de la ofendida salió a defenderla y se armó una tremebunda pelea. El pobre negro quedó tendido en el suelo y su compañera llorándolo. Honorio conmocionado reflexionó: no puedo entender como nos seguimos peleando entre hermanos. No somos enemigos indios, negros y gauchos, los tres tenemos un enemigo en común.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Aventuras y desventuras de Justo López - Capítulo 7

 

Estuvieron varios meses conviviendo en paz con los pampas hasta que una noche sufrieron una emboscada por parte de la milicia. Se defendieron con uñas y dientes. En medio de la batahola Justo creyó ver a Cabrera. Cabrera lo divisó y al grito de ¡Al fin te encuentro gaucho matrero!, se le fue al humo embravecido. Justo esquivó un sablazo que igual le marcó la cara. Ni lerdo ni perezoso le devolvió la estocada e hirió a Cabrera en un brazo. Aprovechó el momento y se escapó hacia el monte. Al otro día encontró a Honorio y otros indios escondidos entre la maleza. Pocos habían sobrevivido. Justo curó su herida y desde ese día comenzó a usar barba para tapar la cicatriz. Los sobrevivientes juraron venganza pero Justo y Honorio decidieron que era hora de separarse de la tribu e ir en busca de sus respectivos familiares. Hace rato que no los veían y no sabían nada de ellos.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Aventuras y desventuras de Justo López - Capítulo 6

 

A la media hora de andar a caballo, se subieron a un poste del telégrafo y cortaron el cable. De esa manera Cabrera no iba a poder avisar inmediatamente al regimiento sobre el escape.

Luego se dirigieron hacia el sur, a tierras no controladas por el Estado.

Estuvieron varios días viviendo de la caza, durmiendo bajo el poncho y las estrellas. Hasta que un día a la orilla de un arroyo divisaron a una india con su hijo. Estos apenas vieron a los gauchos, se escondieron en el monte.

Al rato, Justo y Honorio se vieron rodeados de indios. El indiecito resultó ser el mismo al que Justo le perdonó la vida en la batalla. Era el hijo del cacique Catriel. Desde ese día vivieron en la toldería con los indios, aprendieron su idioma y el arte del rastreo entre otras cosas.