Caperucita
salió a recolectar hongos y frutos por el bosque. Se agachaba a recolectar un
hongo aquí, un hongo allá, se estiraba para alcanzar una avellana aquí, una
nuez allá.
Un lobo la
espiaba escondido detrás de los arbustos. De pronto Caperucita, dio la vuelta a
un árbol para recoger un hongo y se topó con el lobo.
Caperucita: ¡Ay que susto!
Lobo: No me tengas miedo, soy un lobo bueno.
C: No te tengo miedo, es sólo que apareciste de pronto. ¿No
me estarías siguiendo no?
L: Si, como no seguir a una bella chica como vos.
C: Prefiero que me hablen de frente y no que me espíen.
L: No te hagas la difícil. Bien que te gusta andar
provocando con ese vestidito rojo tan apretado y cortito.
C: Yo no provoco a nadie. Es mi vestido preferido, me lo
regaló mi abuela. ¡Porque no te vas a espiar a tu vecino lobo pajero!
Caperucita le
dio una patada en los testículos al lobo, salió corriendo y lo dejó retorciéndose
de dolor en el piso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario